Benalcázar, Sebastián de
(por Mario López Martínez)
Este conquistador, que también aparece como Belalcázar, es natural de Benalcázar, pueblo de la actual provincia de Córdoba, próximo a la provincia de Badajoz, pero en su época era un pueblo que pertenecía a Extremadura, por ello, aparece a veces como conquistador extremeño. Una vez aclarado su origen y debido a su importancia, creemos que debemos mencionarle aunque sea sucintamente. Nace en 1480 y su actividad conquistadora se inicia en Centroamérica, participa en la conquista de Nicaragua. Pero su fama se cimenta en las acciones que realiza en Perú cuando se une a Pizarro. Participa en los hechos de Cajamarca y luego es encargado del gobierno de S. Miguel de Piura. Pero, seducido por las noticias del reino de Quito, abandona su puesto y se lanza a su conquista. De espíritu aventurero y fantasioso, una vez en Quito, fue el mito de El Dorado el que de nuevo le lanza a la aventura, pero antes funda Guayaquil. Marcha hacia la actual Colombia y continúa con su afán de fundar ciudades: Cali (1536), Popayán, donde sitúa la sede del gobierno y otras. Continúa hacia el norte y en 1539 había alcanzado Bogotá, allí se encuentra con las tropas de Quesada y Federman, llegan a un acuerdo para tomar juntos la ciudad y viajar a España para legalizar sus conquistas. Cuando Pizarro se entera de su actuación, envía a Lorenzo de Aldana en su búsqueda, pero mientras tanto estallan las guerras civiles en Perú y no se puede hacer efectiva la búsqueda. Cuando regresa a Perú, en plena guerra, es obligado a ayudar a las tropas realistas. Sus actuaciones violentas, especialmente la muerte del capitán Jorge Robledo, a quien manda asesinar en 1540, le granjean enemigos. Enjuiciado en 1550, es condenado a muerte, apela y pide poder ir a España para defenderse, pero muere en Cartagena de Indias en 1551 cuando iba a embarcarse.