Diego García de Paredes
Antes de comenzar esta biografía, hemos de aclarar que este personaje no llegó a pisar América. No obstante, lo hemos incluido en primer lugar porque representa dos facetas que nos ayudarán a comprender los antecedentes y cambio de mentalidad de los protagonistas que descubrieron, exploraron y conquistaron el Nuevo Mundo.
En primer lugar muestra el
linaje de hidalgos, diestros en las armas, leales, y magníficos soldados cuyos descendientes protagonizarán la aventura americana. De hecho su hijo Diego fue un reconocido conquistador que llegó a ser nombrado capitán general y gobernador en la provincia de Popayán, en el Nuevo Reino de Granada.
Por otro lado representa el
final del guerrero medieval, que se muestra siempre fiel a su señor, y que busca, por encima del bien propio, el bien común de la causa que le ha sido asignada. Los nuevos aventureros antepondrán su interés personal emprendiendo iniciativas privadas, aunque tratarán de mantener las formas con la poderosa Corona.
█ Orígenes
En el año de Dios de 1468, en una de las casonas del recinto amurallado de
Trujillo (Cáceres), viene al mundo don Diego
García de Paredes y Torres. Fue hijo primogénito del veterano militar don Sancho Ximénez de Paredes y de la noble trujillana doña Juana de Torres, perteneciente al linaje de los Altamirano. De niño no tardó en imitar a su padre y empezar a curtirse en el manejo de las armas. A pesar de no haberse criado en la corte, ni en monasterio alguno, de mozo fue instruido en el arte de leer y escribir.
Casa de la época y del barrio donde se crió Diego García de Paredes (Trujillo).
A medida que Diego fue creciendo, su cuerpo se tornó en excepcionalmente vigoroso, llegando a medir
2,10 metros y alcanzar un peso que superaba los
120 kg. Cuentan las crónicas que tenía un
carácter explosivo, inestable e indómito, por lo que no atendía a razones cuando montaba en cólera. Su extraordinaria
fortaleza, unida a su
agilidad, depuradas técnicas de lucha y una valentía que rozaba la temeridad, le convirtirán en el
mejor soldado de combate de toda la historia y naciones.
La descomunal fuerza del joven Diego García de Paredes era muy popular entre sus vecinos, quienes aseguraban que podía
detener el giro de las piedras de un molino usando sólo sus manos.
Una leyenda trujillana cuenta que en 1496 la madre de Diego se encontraba muy enferma en cama consumiendo sus últimos días. Diego no quiso que su beata madre faltase a sus cristianas costumbres, por lo que
arrancó la pila bautismal de la Iglesia de Santa María la Mayor y la arrastró hasta la casa familiar, a fin de que su moribunda madre pudiera santiguarse con agua bendita. Hasta hace bien poco esta pila ha permanecido en las escaleras exteriores de la iglesia, y hoy en día puede contemplarse en su interior.
Pila que, según la tradición oral, Diego arrastró a casa de su madre (Santa María la Mayor, Trujillo).
Se cuenta del mozo Diego, que una noche se hallaba cortejando a una hermosa dama a través de una de las ventanas de su alcoba. Las rejas impedían que los enamorados pudieran manifestar sus sentimientos más mundanos, por lo que el joven Diego
arrancó las rejas usando sólo sus manos, accediendo así a los aposentos de la dama. Una vez concluida la algarabía de amores, la dama quedó preocupada por el asunto de la reja. Su honor quedaría mancillado, pues que el enrejillado estuviera arrancado podía delatar lo que allí ocurrió. Diego, ni corto ni perezoso, comenzó entonces a
arrancar todas las rejas de la calle para que nadie supiera qué dama fue mancillada.
█ Traslado a Italia
Quiso el Señor que en el año de 1481 abandonara este mundo el padre de Diego, y en 1496 lo hiciera su querida madre. Es en este momento, a la edad de 30 años, es cuando nuestro personaje parte a Italia para buscarse la vida como
soldado en las tropas españolas. Allí el ejército español andaba enfrentado con el francés por el control del
reino de Nápoles, pero la mala ventura hizo que justo a su llegada cesaran las hostilidades entre ambos bandos, por los que sus planes se vieron truncados.
Sin enemigos con los que batirse se desplaza a Roma para buscarse la vida. Sin guerras ni conflictos en los que servir se dedica a
«hacer ventura de enemigos», esto es batirse en duelos nocturnos con caballeros, maleantes y otras gentes a las que provocaba. Una vez vencidos los duelistas vendía las costosas capas de sus rivales muertos para ganarse un sustento.
Según los escritos, Diego participó en más de
300 duelos a muerte donde no admitía la rendición ni el perdón de sus oponentes. Diego se batió con espadachines de toda índole, desde rateros de tabernas, hasta nobles de las más altas cunas. Ni que decir tiene que salió invicto de todos sus duelos, unos motivados por los dineros y otros por afrentas a su honor y honra.
█ Guardaespaldas papal
Hacer «ventura de enemigos» no era forma noble de ganarse la vida para un soldado, así que Diego recurre su pariente, el cardenal Bernardino de Carvajal, natural de Plasencia, quien le consiguió un
puesto de alabardero en la Guardia Papal.
Cierto día, practicaba Diego el
«juego de la barra», que consistía en lanzar una larga y pesada barra de hierro lo más lejos posible. De pronto, un grupo de más de veinte soldados italianos comenzaron a mofarse del extremeño. Diego montó en cólera ante tal afrenta, y armado sólo con la barra mató a cinco de los italianos, hirió a diez y puso al resto en espantosa huida. Quiso la providencia que el mismísimo
papa Alejandro VI, de los Borgia, fuese testigo de tal proeza, y no dudase en contratarlo como jefe de su guardia personal.
Papa Alejandro VI, de origen español.
█ Montefiascone
Nuestro personaje llegó a convertirse en
Capitán de los Borgia, encargándose de varias campañas militares de los ejércitos vaticanos. En la
toma de Montefiascone hizo alarde de su descomunal fuerza al arrancar de cuajo las argollas de hierro del portón de la fortaleza, y dar así entrada al ejército pontificio.
Fortaleza de Montefiascone (Italia).
Cierto día se vio involucrado en un lance de honor con otro capitán de los Borgia, conocido como el
Césare Romano. Durante el duelo que se celebró, el Césare quedó desarmado por Diego y se rindió pidiendo clemencia. Diego no mostró piedad, y desoyendo las leyes de los duelos entre caballeros, no dudó en cortarle la cabeza con su afilado acero. Era muy frecuente que nuestro personaje decapitara o partiera en dos a sus enemigos ya que acostumbraba a emplear un
montante, gran espada de unos 150 cm de largo y 3 kg de peso que había de manejarse con las dos manos. La Santa Sede tuvo que tomar cartas en este asunto tan escandaloso, y Diego se vio obligado a abandonar su puesto y huir de Roma.
Montante de Diego García de Paredes (Museo del Ejército, Toledo).
█ Nace el mito en Cefalonia
Una vez huido de Roma, Diego se une como soldado a los ejércitos de Don Gonzalo Fernández de Córdoba,
el Gran Capitán, donde participa en la toma de la fortaleza de
Cefalonia (Grecia) que había sido arrebatada a la cristiandad por los turcos.
Unos setecientos soldados jenízaros defendían la fortaleza del asedio de las huestes del Gran Capitán. Para derrotar a los españoles usaban unos ingeniosos ganchos llamados «lobos», que los lanzaban desde unas estructuras de las murallas con el fin de enganchar a los enemigos por la armadura, alzarlos y estrellarlos contra los muros. Al encontrarse en primera línea, Diego fue apresado por uno de estos ganchos, durante unos intensos minutos trataron de acabar sin éxito con su vida, por lo que los turcos tuvieron la infeliz idea de subirlo a las murallas. Diego que no había soltado su espada ni escudo, comenzó a defenderse del enemigo. Durante
tres días seguidos estuvo luchando en el interior de la fortaleza sin que pudiera ser reducido. Al final la fatiga y el hambre hicieron que el soldado sucumbiera, y fue encerrado en la prisión del castillo.
Fortaleza de Cefalonia (Grecia).
Gracias a su descomunal fuerza Diego rompió sus cadenas, separó los barrotes de su celda, mató a sus guardias y
escapó de su prisión. Desde dentro de la fortaleza contribuyó eficazmente a que las tropas de asalto pudieran tomarla y vencer a los turcos.
El Gran Capitán quedó rendido ante la hazaña de Diego, desde ese momento se convirtió en uno de sus soldados de confianza y su mano derecha en alguna de sus campañas. La gesta de este soldado corrió de boca en boca, alcanzando
gran fama que llegó a todos los rincones de Europa. Lope de Vega, Cervantes, escritores franceses e italianos nombran a Diego García de Paredes en sus obras literarias. A partir de este momento fue conocido como el
«Sansón de Extremadura».
█ Puente de Garellano
En el año de 1503, el Gran Capitán se encontraba preparando la estrategia para enfrentarse con las tropas francesas en
Garellano por el control del reino de Nápoles. Los franceses habían tomado un estrecho puente sobre el río. Diego propuso al capitán simular una retirada para que los franceses avanzaran, y luego poder atacarles en terreno más ventajoso. Parece ser que el capitán no escuchó lo de
«simular» y le reprochó al extremeño
«Pues no puso Dios en vos miedo, no lo pongáis vos en mi». Diego, pensando que le estaba acusando de cobarde, montó en cólera, blandió el acero de su monumental espada y se dirigió al
estrecho puente donde desafió a todos los soldados franceses. Comenzó así una matanza de enemigos, donde el Sansón Extremeño en solitario acabó con la vida de
más de 500 soldados. Diego partía a la mitad con su montante a alguno de sus enemigos, a otros los hacía precipitarse por el barranco del río, y los cadáveres se amontonaban por doquier sin que nuestro héroe sufriese rasguño alguno. Ni franceses ni españoles daban crédito a lo que allí ocurría, y esta gesta quedó plasmada en libros para mayor gloria de nuestro personaje.
Cuadro con la gesta de Garellano (Ayuntamiento de Trujillo).
█ El desafío de Barletta
Entre los numerosos enfrentamientos de los ejércitos franceses y españoles por el control del reino de Nápoles, el más singular fue sin duda el de la
ciudad italiana de Barletta.
Andaban las tropas muy igualadas, por lo que para evitar una masacre, los ejércitos decidieron
batirse en una «melé» de once combatientes en cada bando. El Gran Capitán quiso que el Sansón Extremeño formase parte del «equipo» de los españoles, aunque este aún estuviera recuperándose de heridas sufridas en combates anteriores. Un grupo de jueces neutrales venecianos delimitaron el campo de combate con enormes piedras, y el enfrentamiento comenzó entre ambos bandos rodeado por una muchedumbre de espectadores. Tras
cinco horas de extenuante lucha, mandobles y algunos muertos, los siete caballeros franceses que aún quedaban con vida se atrincheraron tras sus caballos muertos en un rincón de la plazoleta. Se acercaba la noche y el combate no avanzaba, por lo que los jueces dictaminaron que acabara en empate. Diego García de Paredes no pudo soportar semejante deshonra y espetó que
«de aquel lugar los había de sacar la muerte de los unos o de los otros». Como ya andaba desarmado, el extremeño cogió las
enormes piedras que delimitaban el campo de batalla comenzó a lanzárselas con gran furia a los franceses, quienes comenzaron a huir despavoridos.
El Sansón de Extremadura por Augusto Ferrer-Dalmau.
█ De marqués a pirata
Tras todas sus hazañas combatiendo con los ejércitos españoles, y una vez tomado el reino de Nápoles, el Sansón de Extremadura es llamado a la corte para serle concedido un
título de marqués. Ya en palacio Diego comenzó a escuchar ciertos insultos e infamias dirigidas al Gran Capitán, cosa que encolerizó a nuestro protagonista. Diego desafió entonces a todos los nobles que mancharon la honra del Gran Capitán, y Fernando el Católico tuvo que poner orden, posicionándose a favor de los nobles.
Ante tal muestra de ingratitud nuestro Sansón se declara en rebeldía, monta unas carabelas en Sicilia y se dedica a la
piratería por el Mediterráneo.
█ Ironías de la muerte
Tras su época de pirata, Diego García de Paredes se reconcilia con la corona y vuelve a luchar con los ejércitos españoles en las guerras de Navarra. Luego se unió al séquito del
emperador Carlos V, quien lo tenía en gran estima como soldado, y lo acompañó por toda Europa.
En el año de 1533 se celebraban unos juegos de habilidad en honor al encuentro de Carlos V con el Papa Clemente VII, en
Boloña (Italia). Nuestro héroe participaba en estos juegos con unos niños, que consistía en tirar unos palos valiéndose de una lanza. Mientras Diego cabalgaba tratando de hacer puntería, su cuello se enredó con un cordel atado entre dos árboles, por lo que cayó derribado y sufrió varias heridas. Estas no curaron bien, y desgraciadamente falleció a los pocos días, con 64 años, una edad muy avanzada para su época. Quiso la fortuna que al final ningún enemigo le venciese en combate y acabase con su vida. Desde este momento pasó a convertirse en …
leyenda.
Mientras preparaban el cadáver para el funeral, causó asombro la cantidad de cicatrices que mostraba su cuerpo. Durante su entierro, los soldados españoles pugnaban por llevar al hombro su féretro. En el año de Dios de 1545 su cuerpo es trasladado a esta
iglesia trujillana de Santa María la Mayor y sus restos aún siguen reposando en ella.
Sepultura de Diego García de Paredes (Santa María la Mayor, Trujillo).
█ Linaje de un gigante
El Sansón de Extremadura dejó una estirpe en la que se ve reflejada la impronta de su físico y temperamento. De su linaje destacaremos los siguientes:
Su hijo,
Diego García de Paredes y Vargas, participó con tan sólo dieciocho años en la conquista del Imperio Inca en Perú con su paisano Francisco Pizarro y otro extremeño, Hernando de Soto. Posteriormente se alistó en los Tercios Europeos y combatió por media Europa. Con otro trujillano, Francisco de Orellana, participó en la expedición que descubrió el río Amazonas. Fundó la ciudad de Trujillo en Venezuela. Hoy un busto de este personaje se puede apreciar en las escaleras del ayuntamiento de Trujillo.
Busto del conquistador Diego García de Paredes y Vargas, hijo del Sansón (Ayuntamiento de Trujillo).
Diego García de Paredes (hijo) por Augusto Ferrer-Dalmau.
En 1904 otro descendiente suyo, el
capitán de la Guardia Civil Vicente García de Paredes, desafió en un duelo a pistola al marqués de Pickman por un asunto de deudas e infidelidades. El acontecimiento tuvo lugar en Sevilla y, ni que decir tiene, que el marqués perdió la vida. Este asunto causó gran agitación en las más altas esferas de la sociedad española, hasta el punto de que el presidente del gobierno, Antonio Maura, tuvo que tomar medidas en el asunto.
Vicente García de Paredes (descendiente del Sansón).
En el siglo XX sus restos fueron exhumados para analizarlos y dar fe de que pertenecían a nuestro personaje. A través de sus huesos se pudo comprobar la veracidad de su enorme tamaño, y curiosamente presentaba una anomalía en los molares de su dentadura. Sus descendientes actuales presentan esa misma anomalía en sus muelas.
Apertura de la sepultura del Sansón de Extremadura. (Santa María la Mayor, Trujillo).
█ Para saber más
«Diego García de Paredes 1486-1533: Las campañas del Sansón Extremeño». Ruiz Moreno, Manuel Jesús.
«Diego García de Paredes, Hércules y Sansón de España». Muñoz de San Pedro, Miguel.
█ Ocio y entretenimiento
«Diego García de Paredes. El Sansón extremeño». Cómic de Cascaborra Ediciones.
Juego de escape «El Sansón de Extremadura». Recorre las calles de Trujillo en un juego de pistas que te hará vivivir las hazañas de este persnaje.
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