Indígenas y mestizos en el Viejo Mundo
(por Esteban Mira Caballos, historiador, escritor y profesor, especializado en el descubrimiento y la conquista de América)
Los verdaderos protagonistas de la conquista
Como ya hemos mencionado la
conquista de los distintos territorios americanos fue pactada. Un acuerdo entre una aplastante mayoría indígena y una minoría de españoles, hizo posible que cientos de miles de indios se libraran del yugo de sus opresores. Con esto podemos asegurar que la inmensa mayoría de los conquistadores fueron nativos. Una vez acabada la conquista, un porcentaje muy elevado de estos guerreros, caciques, curacas, ... , se integraron rápidamente en la estructura social y política del imperio español.
Nativos americanos entre dos mundos
Es hora de desmontar el viejo tópico que sostenía que la presencia de indígenas americanos en el Viejo Mundo se limitó a un puñado de ellos que trajeron algunos descubridores, como Cristóbal Colón. Ciertamente hubo un tráfico con destino a los mercados esclavistas europeos, al menos hasta mediados del siglo XVI. Otros
muchos llegaron voluntariamente: unos, para conocer los secretos de la tierra -como un turista del siglo XXI- y, otros, para solicitar sus derechos, acudiendo personalmente a la corte para entrevistarse con el soberano. Lo mismo reclamaban tierras de sus antepasados, que privilegios, como escudo de armas, o el derecho a portar armas o a usar caballos.
Unos retornaron a su tierra natal mientras que otros permanecieron en tierras europeas,
adaptándose a una nueva forma de vida. Eran vasallos, habían aprendido la
lengua castellana y eran
católicos practicantes, por lo que despertaban menos recelos que otras minorías étnicas. ¿Cómo sobrevivieron? ¿Qué pensaron de la civilización europea? ¿A qué se dedicaron? ¿Cómo se comportaron? Son preguntas a las que se ofrecen respuestas detalladas en el libro
«El descubrimiento de Europa» del profesor Esteban Mira Caballos.
Presencia en la Corte
A la corte de los Habsburgo llegaron numerosas delegaciones y embajadas de indígenas a lo largo de la Edad Moderna. La mayoría llegó voluntariamente para
reclamar de las autoridades sus
prebendas y
privilegios como nobles y como aliados necesarios en la culminación de la conquista y en el proceso colonizador. Pese a la lejanía del soberano y del Consejo de Indias, muchos naturales vieron la posibilidad de acudir a ellos para restablecer equilibrios con los criollos o para reclamar viejos derechos.
Cruzaron el charco más novohispanos que peruanos, fundamentalmente porque el viaje de estos últimos era mucho más largo, peligroso y costoso. Pero lo cierto es que encontramos a
numerosos caciques y curacas que arribaron a la corte, y que fueron tratados con las atenciones y los privilegios propios de una alta dignidad diplomática, hasta el punto de sufragar la propia Corona todos los gastos derivados de su estancia en tierras españolas. Lo mismo reclamaban tierras de sus antepasados que privilegios, como disponer de un escudo nobiliario, o el derecho a portar armas o a usar équidos.
Esos miembros de la élite aprendieron muy pronto la forma de reclamar sus derechos, comunicándose o entrevistándose
directamente con el rey. En zonas estatalizadas como el valle de México ya existía una nobleza prehispánica, obtenida, igual que en Europa, por méritos o por herencia. Resulta sorprendente ver cómo
aprendieron los entresijos del sistema legal español, usándolo en su propio beneficio. Las estrategias fueron diversas, desde esgrimir su condición de pobres y miserables, hasta usar testigos falsos y alterar su propia genealogía para obtener réditos. No solo aprendieron la lengua castellana, sino que muchos captaron los vacíos legales, así como la lógica del poder de la España casticista. Lo que valía para los españoles también podía servir para ellos, de forma que muchos tuvieron la picaresca y la capacidad de reinventarse, haciéndose pasar por incas prominentes o por miserables necesitados de compasión, dependiendo de las circunstancias. Y en estas reivindicaciones no les faltó
ingenio y, por supuesto, un gran
conocimiento del entramado legal castellano. Llama la atención que algunos, incluso, alegaran que eran descendientes de altos linajes prehispánicos, sin tener mácula alguna judaizante, porque en aquellas partes -esgrimían- no había tales
manchas de judío. Una ingeniosa estrategia que es muy significativa del profundo conocimiento que poseían de lo que eran los prejuicios religiosos de la España casticista. Era obvio, en la América prehispánica no había judíos, y eso podía ser una potente arma para reforzar la pureza de sus linajes y conseguir mejoras sociales y económicas.
Asesorías jurídicas especializadas
Fueron tantas las personas particulares o embajadas que llegaron desde Perú que, se agenciaron
procuradores que gestionasen sus causas, en el entorno de la corte. Así, por ejemplo, desde la segunda década del siglo XVIII, se designó al indígena don Vicente de Mora Chimo, como procurador general de los naturales del Perú, estantes en España. En España permaneció durante varios lustros, presentando en 1732, ante el Consejo de Indias, un elaborado manifiesto de los agravios que padecían los indígenas peruanos, en el que contó con asesoría jurídica.
Casi todos recibieron compensaciones, unos para garantizar su
subsistencia y otros para mantener su estado, es decir, su
alto estatus social. Todo el mundo esperaba que el rey se comportase con hospitalidad y generosidad, en el caso de las personas del común porque estaba obligado a preservarlos como vasallos que eran y, en el caso de la oligarquía caciquil, porque eran parte del engranaje administrativo virreinal. No se escatimaron gastos aunque no se trataba, obviamente, de altruismo, sino de una política que requería de cierta inversión, pero que con un coste mínimo le permitió un mejor control político sobre varios millones de indígenas.
Para saber más
«Indios y mestizos en la España del siglo XVI». Mira Caballos, Esteban. Madrid, Iberoamericana (2000).
«El descubrimiento de Europa. Indígenas y mestizos en el Viejo Mundo». Mira Caballos, Esteban. Barcelona, Crítica (2023).
«La Conquista pactada. Élites indígenas en la conquista y colonización de América». Mira Caballos, Esteban. Jornadas de Historia Militar, Madrid, Instituto de Historia Militar (2023).
«De América a Europa. Cuando los indígenas descubrieron el Viejo Mundo (1493-1892)». Eric Taladoire, Méxivo (2017).